A través de una aplicación móvil y un libro de recetas, Gibson difundía una dieta que, según sostenía, la había ayudado a curar un cáncer de cerebro. Pero Gibson nunca sufrió cáncer. Así lo admitió en una entrevista realizada en 2016 para la revista Australian Women's Weekly después de que se hiciera público que se había apropiado de los beneficios de The Whole Pantry. "No quiero que me perdonen. Tan solo creo que confesarlo es lo más responsable. Ante todo, me gustaría que le gente dijera, 'vale, es humana", manifestó en la entrevista.
La denuncia fue interpuesta el año pasado por el defensor del consumidor del estado de Victoria. Durante el tiempo que ha durado el proceso judicial, Gibson no ha querido defenderse de las acusaciones ni responder a las pruebas contra ella en el juzgado o presentar las suyas propias.
En un principio, el defensor del consumidor de Victoria pidió para la bloguera una multa de 1,1 millones de dólares (unos 930.000 euros). Pero el monto se redujo a 410.000 dólares porque la acusada no podía pagar la cantidad inicial. La multa incluye 230.000 dólares por mentir sobre las donaciones de los beneficios de la aplicación móvil y el libro de recetas, 150.000 dólares por asegurar a una pareja cuyo hijo sufría cáncer cerebral que les daría parte de las ganancias del proyecto, y 30.000 dólares por mentir sobre una donación que iba a realizar para apoyar un evento en el Día de la Madre.
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