martes, 26 de septiembre de 2017
Sabino Arana gustaba de oponer la catolicidad vasca, frente al fanatismo impío del español. El mismo decía que “España, como pueblo o nación, no ha sido antes jamás ni es hoy católica”. En realidad Arana no era católico, sino que fue un mero oportunista que tomaba aquellos elementos de la Biblia que le convenían para su pensamiento. En concreto tan solo acude al Antiguo Testamento para tomar aquellos textos que se refieren a la raza de Israel y el pueblo elegido. Rechaza pues el Nuevo Testamento por considerar que la “raza vasca” al no haberse mezclado con la raza judía no había participado de la muerte de Cristo y por tanto estaba libre de pecado y no necesitaba la Redención de Cristo.
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