miércoles, 18 de octubre de 2017

destaca el periodo de 1992 y 1993, cuando la corrupción destruye a los dos principales partidos italianos -Democracia Cristiana y el Partido Socialista- mientras los capos asesinan en Palermo a Salvo Lima, el hombre de confianza de Andreotti en la isla y acaban con las vidas de los jueces Falcone y Borsellino. "Toda esa escalada de violencia terrorista coincidía con el desarrollo de un macroproceso contra la mafia que había comenzado en los años 80", explica el profesor. El Supremo había confirmado en enero de 1992 las detenciones de varios mafiosos, y la "familia" respondió con esos asesinatos, a los que siguieron muchos más durante 1993. Sospechosamente, a finales de 1993 volvió la paz y la tranquilidad a Italia tras el acuerdo nunca demostrado del Estado con la Cosa Nostra. El pacto habría consistido en suavizar las condiciones penitenciarias de los mafiosos encarcelados a cambio de que la Cosa Nostra pusiera fin a su campaña de atentados. En estos momentos se investiga en Italia esa posible negociación entre la mafia y el Estado italiano de principios de los años 90. Cuando por fin la carrera política de Andreotti se acabó, subió al poder en 1994 Silvio Berlusconi, al que nunca se le ha podido relacionar directamente con la mafia pero que ha estado rodeado de miembros de la Cosa Nostra, como su hombre de confianza Marcelo Dell´Utri, fundador de Forza Italia encarcelado por colaboración con banda criminal, y Vittorio Mangano, quien trabajó para él en su casa de Milán durante mucho tiempo.




La Cosa Nostra hiberna en Italia

"Las Brigadas Rojas asesinaron a Aldo Moro y participaron los norteamericanos y los soviéticos", afirma Matteo Re, autor de 'No quieren cambiar'

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