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los alcaldes exigen medidas de choque
La hora de las cenizas: el campo gallego lanza un SOS por "el 'Prestige' de los montes"
Diferentes alcaldes de las poblaciones más afectadas por el fuego están tratando de organizar una respuesta coordinada para demandar medidas de choque a las distintas administraciones
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Diferentes alcaldes de las poblaciones más afectadas por el fuego están tratando de organizar una respuesta coordinada, desde el rural, tan necesario como olvidado, para que su voz, lamentablemente silenciada, se escuche de una vez por todas. Demandan “medidas de choque” urgentes a las distintas administraciones públicas. Los ganaderos de diferentes parroquias pertenecientes al transfronterizo parque natural de O Xurés, en Ourense, “desde ayer [por el lunes] no tienen ni un metro cuadrado a donde llevar el ganado a pastorear”, explica el alcalde de la localidad de Muiños, Plácido Álvarez Dobaño. Solo en este municipio han ardido 5.000 hectáreas, según afirma el regidor.
No tenemos ni un metro cuadrado a donde llevar el ganado a pastorear
Este martes ya era el momento de los balances, y el regidor enumera daños “en el albergue de montaña, en el suministro eléctrico y telefónico, en el abastecimiento de agua potable, en cuatro edificaciones particulares, señalización viaria, de 126 km de rutas BTT y de senderismo, arrastre de grandes cantidades de cenizas al río Salas” y más puntos suspensivos. “¿Nuestro turismo de naturaleza?”, pregunta retóricamente el alcalde de esta localidad. Para la pesca o la caza sí tiene respuesta: “No existirán en años”.
En la Ribeira Sacra, otra de las joyas ambientales de la provincia y una de las firmes candidatas a ser declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, el municipio más afectado ha sido el de Parada de Sil. A la espera de recibir datos, su alcaldesa, Yolanda Jácome, calcula que se ha quemado aproximadamente un tercio de su territorio, unas 2.000 hectáreas de monte. Espera que los daños afecten lo mínimo posible a su turismo, uno de los principales motores económicos del municipio, porque al menos se lograron salvar de las llamas los Cañones del Sil. “Aunque ardió mucho y los medios eran los que eran, tampoco hubo que lamentar daños materiales”, añade.
El Grupo Popular en el Congreso de los Diputados ya registró este martes una proposición no de ley (PNL) para su debate en la comisión de Medio Ambiente. Con ello se pretende favorecer el desarrollo de nuevos sistemas de lucha contra el fuego con la introducción de drones o asegurar la existencia de los planes de actuación de ámbito local de emergencia por incendios forestales.
Es necesario alcanzar grandes compromisos, consensos de mínimos sostenibles a lo largo del tiempo por la ciudadanía y las administraciones
Las organizaciones ecologistas siguen poniendo el foco en la necesidad de prevención, máxime ante el hecho de que, como consecuencia del cambio climático en el planeta, “cada vez haya más días con altos índices de peligro para los incendios”, es decir, que se prolongan las temporadas de incendios, como comenta uno de los responsables de Ecologistas en Acción de Galicia, Xosé Veiras. Esta es una de las principales características de los fuegos que han asolado la tierra gallega en pleno mes de octubre, junto al hecho de que llegasen a cercar cascos urbanos de grandes ciudades, como fue el caso de Vigo, añade Veiras.
Políticas públicas a largo plazo para el monte, argumenta este biólogo, que tengan en cuenta proyectos sociales y ambientales. “El monte no solo es para producir madera, sino también para generar diversidad de servicios ambientales, muchos de los cuales no tienen un valor monetario, pero que por eso no son menos importantes para nuestro bienestar, pues ayudan a luchar contra las sequías, conservar el agua, evitar la erosión, actuar como sumidero de carbono, etc.”, explica. Un cambio de modelo que si bien “no solucionaría de un día para otro el problema, sí contribuiría a minimizar los efectos forestales de los incendios”. El primer paso, el de la sensibilización, ya se ha dado: ahora, como reclamaban varios de los alcaldes de las poblaciones afectadas, son necesarias las medidas de choque.
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