viernes, 8 de diciembre de 2017

Relato corto - El cristiano que tenía un harén. Había una vez un cristiano adolescente que hacía contratos prematrimoniales por doquier alrededor del mundo. Él usaba una viejas leyes que los cristianos dejaron atrás cuando se escindieron de la casa de la que surgieron. Él no abandonaba nunca la vida de sus pre-mujeres, controlaba sus vidas y elegía sus parejas para que no le hicieran sombra. El hábil cristiano se presentaba en el dormitorio acompañado de un sacerdote de la vieja casa de la que surgió la nueva casa a la que pertenecía la cristiana adolescente o pre-adolescente cuando ésta estaba en duermevela y proponía pre-matrimonio. La chica encantada decía que si porque su familia la maltrataba y él parecía un buen amigo y la esperanza de un futuro distinto, pero antes de firmar la chica decía : tengo que preguntarle a mamá porque no sé si me va a dejar firmar - a los 13 años de edad pasa esto. - Entonces el sacerdote decía : tu mamá ya lo sabe y está de acuerdo. La chica firmaba encantada y volvía a dormir. Al levantarse de la cama no recordaba nada. Entonces el papa de Roma se presentaba en la habitación de la adolescente y la convencía para anular el contrato pre-matrimonial porque la iglesia católica, apostólica y romana tenía planes cristianos para ella y en el mundo cristiano no se puede tratar a las mujeres asi. Da igual como se las trate, las normas son tratarlas bien contándoles la verdad, que lo que vivan sea verdad y que lo recuerden para ser conscientes de su camino personal y cristiano, veritas. Para que el pre-marido firmara la anulación del pre-contrato matrimonial el papa de Roma le ofreció quedarse con el crecimiento del cuerpo de la pre-adolescente y ella se quedaría con la estatura que tenía y no crecería más. El pre-marido aceptó y lo cogió pero nunca se fué de la vida de esa adolescente que debió ser libre pero no lo fué. A la adolescente en su barrio la llamaban a escondidas la casada, el pre-marido siempre hablaba con amigos y parejas de sus pre-mujeres y todos se aprovechaban de la desinformada hasta que se convertía en una vida rota, vacía y llena de décadas que otros habían consumido por ella. El pre-marido visitaba la vida de sus pre-mujeres con sus hijos y su mujer con la que sí se casó para llevarse hasta la última pela antes del final de las pre-mujeres. El sacerdote de la vieja casa se apiadó de la pre-mujer y la contó que ella había pedido el permiso de su madre existiendo así defecto de forma en el contrato pre-matrimonial, además de todos los vicios existentes en el proceso. España, Europa, Occidente, 1987.

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